miércoles, 15 de julio de 2009

Mi Linaje:


Comencé a estudiar Wing Chung a los 19 años. En el año 1999 conocí por primera vez a mi Sifu Leandro Crivellari. En ese entonces, él era el representante en Argentina de la escuela Moy Yat Ving Tsun Kung Fu Marcial Art Sistem.

Leandro Crivellari aprendió Wing Chung, viajando a Brasil durante diez años, con el Sifu Leo Imamura, quien aprendió del Maestro Moy Yat, que fue uno de los discípulos más cercanos del Gran Maestro Yip Man.

Yip Man fue el Sifu de Wing Chung más reconocido de todo el Siglo XX. Maestro del famosísimo Bruce Lee y de muchos otros. Yip Man le transmitió sus conocimientos del Sistema a Moy Yat, en Hong Kong. Moy Yat acompañó a su Sifu hasta sus últimos años de vida. Luego del fallecimiento de Yip Man, el Sifu Moy Yat viaja a los Estados Unidos para abrir su propia escuela de Wing Chung, en el barrio chino de Nueva York. En ese momento, Moy Yat decide cambiar las siglas WC por VT (Wing Chung/Ving Tsun), debido a que las siglas WC, en Norteamerica, corresponden a "water closet" (baño). Así pues, el cambio de letras no refiere a un cambio de estilo, es una simple anécdota.


Acerca del nombre:


Mi opinión personal en referencia a los distintos nombres que éste arte recibe alrededor del mundo (wing chung, ving tsun, wing tung, win chun, ving chung), es que refiere simplemente a distintas trasliteraciones (proceso de representar los signos de un sistema de escritura con los signos de otro). El Arte es uno solo. Por supuesto que las distintas escuelas (personas), lo trasmiten a su manera y se obtienen diferentes resultados. Pero eso no significa que vayamos a encontrar diferencias estilísticas a traves de las distintas maneras de nombrar lo mismo.


Mi experiencia en el Wing Chung:


Fue éste para mi, el comienzo de una extraordinaria experiencia transformacional. Mi relación con el arte, con mi Maestro y mis compañeros, a traves de los años, cambiaron mi vida para siempre. Conocer a mi Maestro, produjo en mi vida un viraje profundo. Al comienzo admiraba su conocimiento, su forma de ser y pensar en el mundo. Su velocidad con las manos y sus desplazamientos tan precisos eran fuente de inspiracion para mi. Él me enseñó a pensar con mayor claridad y me llenó de confianza. Siento por él un profundo respeto y le estoy enormemente agradecido por su enseñanza y su transmisión incondicional. Por suerte hoy, a diez años de conocernos, seguimos compartiendo una muy buena relación de conocimiento.


En la escuela Moy Yat me encontré con personas que no eran atletas, más bien eran intelectuales marciales, tremendamente tecnicos, que usaban su cuerpo y su mente al unísono. Estudiábamos el arte hasta el más mínimo detalle. Siguiendo la teoria con una mente racional, llegábamos a internarnos durante largas horas, hasta la madrugada, estudiando, practicando, probando las aplicaciones, las formas y los ejercicios de sensibilidad energética.

A muy poco tiempo de concluir mi primer nivel de centro, Siu Nim Tao, mi Sifu presentaba su renuncia como representante de la escuela Moy Yat.

Luego de diez años de aprender viajando a Brasil y Estados Unidos, mi Maestro toma la dificil decisión de hacer un corte con la Familia Moy Yat, y emprender su propio camino.

Un pequeño puñado de alumnos lo seguimos, sintiéndonos más en sintonía con él, que con la institución internacional.

Así fue como comenzamos a sembrar lo que es hoy SDS (Sistemas de Desarrollo Subjetivo), la actual escuela de mi Maestro. Dejando de lado la creencia en un solo sistema de pensamiento (VT), mi Sifu vio más productivo y enriquecedor el cruce del Sistema Wing Chung con distintos estilos y métodos de combate contemporáneos, para un desarrollo más completo del individuo. En lugar de estar el individuo al servicio y protección de un saber, serían los sistemas y/o las disciplinas, las que estén al servicio del individuo.

Nos enriquecimos mucho mediante el cruce del Wing Chung con disciplinas como el Box, Ju Jitsu, Vale Todo, Muai Tai, kick boxing, Jeet Kune Do, Kali Filipino, Hapki Do, knifefighting y tambien nos vimos enormemente beneficiados con la práctica de meditación Zen.

Lo maravilloso de haber seguido este camino, fue que aprendimos mucho de otros campos y nos nutrimos de otras prácticas. Pero aún así, nunca abandonamos la práctica del Centro (Wing Chung).

Por mi parte, luego de 8 años de mucho trabajo, en la primavera del año 2007, completando los 6 niveles del Sistema, me recibí de Sifu en SDS.


Otras Artes:


Desde el año 2005 hasta hoy, estudié muchas artes y no sólo marciales. Comencé a bailar Tango, ésta hermosa experiencia me abrió muchas puertas, conocí mucha gente, y con el paso del tiempo desarrollé una mayor conciencia corporal.

A su vez, me dediqué a estudiar Tai Chi Chuan, con el Maestro Zang Shi Guo y Nei Kung, con el Maestro Carlos Bautista. Estas dos prácticas internas me hicieron sentir un artista marcial mucho más completo.

Tambien estudié Ataraxia (entrenamiento psicofisiológico orientado al estudio de la conciencia), acrobacia y circo.

Todas éstas prácticas que complementan mi formación me ayudaron a desarrollar a mi artista interno, adquiriendo mayor sutileza y estética en el movimiento.


Sobre las clases:


Lo que realmente me interesa es la transmisión del Sistema Wing Chung puro, tal cual me fue enseñado por mi Sifu, sin alteraciones por conclusiones personales, ni mezcla con distintas disciplinas.

El eje de las clases es el estudio del Wing Chung tradicional pero sin entrar en un monoteísmo absurdo. El cruce con otras artes, abre la mente a nuevas posibilidades, otros saberes que nutren y mejoran nuestro Wing Chung al momento de usar el Centro.